La Ley en el Nuevo Pacto

Jeremias 31:31-33

He aquí que vienen días, dice Yahweh, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 
31:32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Yahweh. 
31:33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Yahweh: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.  

Cuando hablamos de los temas que más discusiones han causado en el marco religioso internacional, sin duda uno de los temas con el que nos vamos a encontrar es la Ley de Yahweh. Son innumerables los debates entre diferentes intérpretes de la palabra sobre si la Ley está o no vigente para el creyente en el Nuevo Pacto o Brit Hadasha.

Punto de vista judío

Por un lado, está el punto de vista judío, que dice que la Ley de Yahweh es eterna y que nada ni nadie la podrá abolir ni quitar. También el judaísmo dice que cuando Mashiaj se manifieste no lo hará para abolir ni quitar la Ley, sino muy por el contrario, para confirmarla e introducir al mundo un periodo de paz durante el cual el mundo entero guardará con celo y amor la Ley de Yahweh. Para el judío, la Ley es el regalo más hermoso de Elohim a la humanidad porque en ella El manifestó Su voluntad al mundo. Es tanta la veneración del judío por la Ley, que el judaísmo dice que la principal razón por la que nuestras almas vienen a este mundo es para dedicarse a conocer, amar y obedecer la Ley y así establecer el Maljut Hashamayim (Reino de los cielos) en la tierra. Para el judío, es simplemente imposible decir que la Ley fue abrogada o quitada porque la Ley es la eterna voluntad del Padre para Sus hijos que él nos dio por amor.

Punto de vista cristiano

Por otro lado, está el punto de vista cristiano, este enseña que efectivamente la Ley dada por medio de Moshe en el Monte Sinaí fue abolida y no tiene validez en el Nuevo pacto exceptuando algunos mandamientos que se entienden pueden ser aplicado tanto en el Nuevo como en el Antiguo. En general, todas las leyes y dictámenes dados por Moshe al pueblo de Israel son considerados sombras y espejismos de la Ley de Mashiaj establecida en el Brit Hadasha para todos los que creen en El. Desde este punto de vista, la Ley no es en sí eterna, sino solo un tutor temporal necesario hasta que viniera Yeshua y tras El, no estamos sujetos ni llamados a guardar la Ley porque ella es innecesaria.

Estos son los dos puntos de vista acerca de la Ley en los cuales está dividido el mundo. Los que la continúan guardando y los que la dan por abolida y abrogada y por ende no la guardan.

El problema radica en que ambos puntos de vista parecieran tener cierto asidero bíblico y el uno parece contradecir al otro. Hasta el día de hoy, nadie ha podido conciliar estos dos credos porque ambos parecieran ser irreconciliables y diametralmente opuestos entre sí. Y la verdad es, mis amados, que sin la revelación del cielo es imposible entender la palabra ya que como el Eterno nos ha dicho en innumerables ocasiones la Palabra es un rompecabezas y solo Él lo sabe armar.

Y efectivamente cuando leemos la palabra sin revelación pareciera existir una aparente contradicción o choque entre lo que se dice de la Ley en el Antiguo Pacto, cuando se habla de ella como algo eterno y perfecto, y las enseñanzas del apóstol Pablo quien habla de una ley que sería solo necesaria hasta la manifestación de Mashiaj.

Ante todo, es necesario que sepamos y comprendamos que existe una Ley que es celestial y eterna, que preexistió conjuntamente con Elohim y que permanecerá eternamente y hay una ley temporal que no es eterna, sino que ella fue añadida por causa de la transgresión del hombre para purificar de manera temporal y terrenal al hombre como lo veremos por la palabra.

La Ley celestial es la misma Palabra, y la Palabra es el mismo Elohim. Ella es eterna y ella es la esencia misma de la naturaleza de Elohim. ¿Cuál es la naturaleza de Elohim? El amor. Por ello, está escrito que esta Ley se resume en amar tanto a Elohim sobre todas las cosas, como a tu prójimo como a ti mismo. (Marcos 12:28-31)

Esta Ley, que salió del seno del Abba es el mismo Yeshúa ha Mashiaj (Jesús el Mesías ), quien es la Palabra encarnada para vivificar al hombre cuando le recibe en el corazón.

Las obras de sus manos son verdad y juicio; Fieles son todos sus mandamientos, Afirmados eternamente y para siempre, Hechos en verdad y en rectitud. Salmo 111:7-8

Esta Ley es celestial.

Para siempre, oh Yahweh, Permanece tu palabra en los cielos. Salmo 119:89

Se nos habla de una Ley eterna y reservada desde el principio en los cielos, es decir una Ley celestial. El mismo Mashiaj afirmó de esta Ley:

No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. Mateo 5:17-18

Esta misma es la Ley que tiene que ser inscrita en el corazón del hombre en el Nuevo Pacto como fue prometido por el profeta Jeremías. Esta, tal y como dicen nuestros hermanos judíos, es eterna y perfecta y nada ni nadie la podrá abolir pues ella es el mismo Yahveh que se dió a Sus hijos en ella.

Por otro lado, el apóstol Pablo nos habla de una ley que fue abolida y que nos tenía confinados bajo maldición. Una Ley que sería necesaria solo y solo hasta que Ha Mashiaj (el Mesías) viniera a hacer su obra y tras ello quedábamos libres de esa ley.

Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador. Galatas 3:19

Cuando nos habla de que ella fue añadida nos evidencia que originalmente ella no estaba. Ella no es eterna sino que por causa de la transgresión del hombre ella tuvo que ser introducida de manera temporal como nuestro ayo (es decir, nuestro tutor o protector) hasta que viniera el que nos reconciliaría con Elohim.

Amados, la ley ritual dada por Elohim a Israel por medio de Moshe, es decir la forma por medio de la cual el pueblo se acercaba a Elohim en el Antiguo Pacto solo tenía efectividad sobre la materia. Todos los sacrificios y expiaciones, todo el culto y las oblaciones Mosaicas eran puramente para la materia. El espíritu del hombre no era limpiado ni restaurado con tales ofrendas y sacrificios.

Mientras el hombre estaba unido a Elohim era natural en él agradar a Yahweh. Era algo inherente y propio de su naturaleza el obedecer la Ley de su Elohim. Ella estaba en su mente y en su corazón, el era uno con la palabra porque la palabra estaba en el. Cuando el hombre fue separado de Elohim la naturaleza del hombre fue fraccionada en  una parte material y otra espiritual, por ello fue necesaria la introducción al mundo de una ley que reconciliara y guardara la naturaleza material del hombre mientras este estaba separado de Elohim. Entonces se introduce al mundo la Ley ritual que conocemos como la Ley Mosaica. Ley por medio de la cual el hombre como ser natural, terrenal y separado de Elohim se acercaba de manera limitada al Abba. Esa ley temporal y terrenal que, reitero tenía una efectividad exclusivamente sobre la naturaleza material del hombre, fue introducida para preservar al hombre hasta que viniera aquel que volvería al hombre a Elohim. Aquel que volvería a introducir la Ley celestial en el hombre para que este volviera a ser uno con su Creador y nueva vez estuviera en su naturaleza el agradar al Abba.

 Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a  Mashiaj (Cristo), a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Mashiaj Yeshúa (Cristo Jesús). Gálatas 3:23-26

De manera que esta ley era solamente nuestro tutor, guía o niñera hasta que viniera nuestro verdadero Abba por medio del cual volveríamos a ser capaces de permanecer y sostenernos sin una niñera ni un tutor. ¿Por qué? Porque mientras todavía no se había manifestado Mashiaj, habíamos perdido nuestra identidad como hijos de Elohim. Identidad que nos daba libre acceso a Él, y establecía en nosotros su naturaleza, es decir su misma Ley en nuestros corazones. Pero manifestado Mashiaj, por medio de la fe en él hemos vuelto a ser hijos de Elohim y ya no estamos bajo esa ley terrenal que nos era contraria. ¿Y porque nos era contraria? Porque ella evidenciaba que habíamos transgredido la Ley celestial. Porque todo aquel que se acerca a Yahweh por medio de esa ley antigua lo hace porque está separado de Elohim. De manera que esa ley nos era contraria porque mientras estuviéramos bajo la tutela de esa ley terrenal y temporal estaríamos separados de nuestro Abba celestial y eterno.

Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.  Mashiaj  nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero),  para que en Yeshúa ha Mashiaj (Cristo Jesús)  la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.  Gálatas 3:10-14

Pero venido Mashiaj hemos recibido por la fe en él, ¿qué? El Ruaj (el Espíritu). Lo mismo que teníamos en el principio y que perdimos por causa de la transgresión. Porque la ley temporal es para los carnales, pero la Ley celestial es para los espirituales. De manera que el que depende de la primera ley (que era sombra y espejismo de la Ley Eterna y Verdadera) es porque es carnal y el Ruaj celestial del Abba no se ha depositado en él. Esta ley es para los transgresores y pecadores, los justos sin embargo estamos exentos de tener que guardarla.

Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado. 1 Timoteo 1:8-11

¿Quién es el justo? El que ha recibido la justicia de Elohim. Quien es la justicia de Elohim? Yeshúa Ha Mashiaj.

 Porque la ley del Espíritu de vida en Yeshúa Ha Mashiaj  (Cristo Jesús) me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.  Romanos 8:2-4

El apóstol Pablo nos habla de dos leyes: Una Ley espiritual (La Ley del Ruaj de vida) y una ley terrenal (la ley del pecado y de la muerte).  De manera que podemos entender que la ley ritual por medio de la cual el pueblo se acercaba a Elohim en el Antiguo Pacto iba a ser necesaria mientras el hombre estuviera separado de Elohim por causa del pecado.

Esa ley podía limpiar la impureza y la contaminación de la naturaleza terrenal del hombre para hacerlo temporalmente acepto ante Yahweh desde el punto de vista de las cosas terrenales que son la sombra de las celestiales. Pero la naturaleza celestial y espiritual del hombre no podía ser restaurada y purificada con esa ley, porque esa ley es una ley terrenal para los terrenales (valga la redundancia) y por más que el hombre obedeciera esa ley aun así permanecía separado de Yahveh porque su naturaleza espiritual no había sido restaurada. Porque sabemos que aquella ley solo tenía la sombra de las cosas celestiales.

El hombre originalmente fue creado como un ser en quien se manifestaba lo celestial porque él era la imagen del Abba. El hombre fue creado con la imagen de Yahweh, es decir como ya hemos dicho, el hombre era una réplica exacta y perfecta de su Creador. Una extensión de Elohim. Pero al ser separado de Yahweh el hombre se convirtió en una sombra del Abba, habiendo perdido la imagen perfecta. Así también le fue dada al hombre una ley que era sombra de las cosas celestiales y que no podía con sus muchos sacrificios hacer perfecto al hombre. Pero vino a la tierra uno que es celestial, ¿quién? Yeshúa Ha Mashiaj. (Juan 8:23) Y cuando el hombre recibe por la fe a ese que es celestial en su corazón, el hombre recupera por medio de él la naturaleza celestial. Por eso dice la escritura, que todo aquel que en Mashiaj ha sido bautizado de Mashiaj está revestido, y ¿por qué dice revestido? Es decir, vestido de nuevo, Porque ya estábamos vestidos así en el principio, y lo perdimos y por medio de él volvemos a ser vestidos de nuestro vestido verdadero. ¿Cual? La gloria de Yahweh que habíamos perdido. Veámoslo por la palabra:

Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, pues todos sois hijos de Dios por la fe en Yeshúa Ha Mashiaj  (Cristo Jesús);  porque todos los que habéis sido bautizados en Mashiaj (Cristo), de Mashiaj estáis revestidos.  Gálatas 3:25-27

Por eso es que venido Mashiaj nos resulta vana e innecesaria la sumisión o la práctica de esa ley porque lo que nos separaba del Abba fue quitado por Mashiaj y tenemos por medio de él acceso a nuestro Abba y ha sido restablecida en nosotros la naturaleza pura y santa del Abba. Esa naturaleza, como les dije, obedece de manera natural al Abba porque la Ley Celestial y Eterna está en su mente y corazón. Por eso cuando Yahveh habló de la restauración final de Israel para que él volviera a ser lo que fue, prometió que inscribiría su ley en la mente y el corazón de los israelitas. Porque así era originalmente en los hijos del Altísimo y así tenía que volver a ser para el cumplimiento de su propósito eterno con sus hijos.

Ahora bien, mis amados, si aquella ley por medio de la cual nos acercábamos a Elohim en el Antiguo Pacto era una Ley temporal, ¿cuál es entonces la Ley celestial de la que también se nos habla? La Ley del amor. Porque el amor es la naturaleza de Elohim, de manera que aquel que ama guarda la Ley porque la naturaleza santa y pura del Abba está en él.

Los diez mandamientos

 Y, ¿qué Ley es aquella de la cual se nos testifica que se resume en amar? Los diez mandamientos. En los diez mandamientos Adonai resumió todo el amor que se le debe a Él y a nuestros hermanos y que va el hombre a hacer si realmente lo ama. Estos diez mandamientos son la esencia de toda la Ley Mosaica, porque de toda la Ley Mosaica ellos son los únicos que subsistieron con el Abba y seguirán por la eternidad. Esa es la Ley que tiene que ser inscrita en el corazón del hombre. ¿Y qué significa que la Ley del Altísimo este en tu corazón? Que tú vivas para agradarlo. Porque, ¿qué es la Ley? La Ley no es más que lo que Elohim demanda de ti para que lo agrades. Así que cuando la voluntad de tu Abba esta en tu corazón tu vives solo y solo para agradarle porque de continuo el temor de no transgredir sus mandamientos está en ti.  

Esos diez mandamientos que se resumen en amar. De ahí que todo hijo de Elohim en el Nuevo Pacto está llamado a guardar fielmente estos diez mandamientos, ¿porque? Porque ellos están inscritos en tu corazón si realmente el Ruaj de Elohim está en ti y porque si el amor del Abba esta en ti tu los guardaras porque en ellos se manifiesta el amor tanto para Elohim como para tus hermanos. Todas las demás normas y demandas de Elohim en el Antiguo Pacto eran simplemente sombra de lo que habría de venir, eran solamente el remedio temporal a un problema que solo el mismo Elohim podía resolver.

Aquella ley fue el medio que nos guiaría a Mashiaj, pero venido él ellos no tienen más efectividad en lo que a Elohim se refiere. ¿Porque? Porque el tiempo durante el cual ellos podían acercar el hombre al Elohim de manera limitada ya terminó, pues venida la simiente que fue prometida desde el principio ya no hay necesidad de refugiarnos en esa ley que nunca nos pudo hacer perfectos para con Elohim porque lo que contamina al hombre es lo que sale de su corazón.

El mismo Mashiaj lo dijo y tuvo gran discusión con los Fariseos por esto. Porque ellos se preocupan por mantenerse puros desde el punto de vista material y físico, pero su corazón estaba contaminado. Porque aquella ley no podía limpiar el corazón, y lo que realmente contamina al hombre es lo que sale del corazón. Por eso, era necesario que le fuera inscrita no en la mano, ni en el pie, ni en la barriga, sino en el corazón. Porque limpio tu corazón, tu entero ser estará limpio. Pero estos diez mandamientos permanecen porque ellos son celestiales y no terrenales y en ellos se evidencia que el amor de Yahweh está en ti. Esa es la Ley celestial y Eterna.

El amor nunca deja  de ser. 1 Corintios 13:8

 Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra. Deuteronomio 4:13

¿Por qué guardar la Ley?

Porque si tu realmente amas a Yahweh tú vas a buscar agradarlo con todo tu corazón. Y, ¿cómo lo vas a agradar? Guardando sus mandamientos. ¿Cuales mandamientos? ¿Los que el agrego por causa de nuestra transgresión? No, sino los mandamientos eternos que siempre estarán por ellos son el mismo. ¿Y cuáles son estos mandamientos eternos? Amar.  El amor, esa es nuestra Ley.

De manera que los que estamos bajo la gracia de Mashiaj, efectivamente ya no estamos bajo aquella ley que fue introducida por causa del pecado, sino bajo el régimen de la ley del Ruaj, la Ley Eterna, el amor.

Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés siervo de Yahweh os ordenó: que améis a Yahweh vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, y le sigáis a él, y le sirváis de todo vuestro corazón y de toda vuestra alma. Josue 22:5

¿Cuál fue la ley que Moisés os ordenó? QUE AMEIS A YAHWEH VUESTRO ELOHIM.

 Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre. Así también nosotros, cuando éramos niños, estábamos en esclavitud bajo los rudimentos del mundo. Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos. Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Mashiaj (Cristo).  Gálatas 4:1-7

De manera, que somos hijos de Elohim llamados a guardar la Ley Celestial: el amor. Y esa Ley Eterna resumida por Elohim en los diez mandamientos está para ser guardada por cada uno de nosotros al ella haber sido inscrita en nuestros corazones cuando recibimos el amor de Elohim, su Ruaj.

El necesario que comprendamos esto porque una de las cosas que el enemigo ha tratado de impedir por todos los medios es que la Iglesia a nivel mundial guarde estas cosas. De manera que los que por revelación del cielo guardamos estas cosas somos señalados como retrogradas religiosos, es decir personas que hemos vuelto a atrás y que no hemos comprendido la gracia de Mashiaj.  

 

Shalom!

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