Es necesario en todo creyente una renovación, una muerte al viejo hombre y una nueva vida en Yeshua Hamashiaj, y ciertamente la totalidad de los creyentes saben esto, pero solo lo entienden en el más básico de los sentidos, lo limitan a que deben dejar de beber si antes bebían, dejar el pecado como la fornicación y el adulterio y cualquier otro pecado capital, pero desconocen que hay una vieja naturaleza que nos asedia, que está en nuestros miembros y es un derecho que las tinieblas tienen y el cual, día a día, van a reclamar, por ello el Apóstol con pesar declaró en Romanos 7:24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Por eso todo creyente debe conocer esta verdad para así poder salir del sistema en el que el maligno tiene sometido a la humanidad, y la única forma de salir es como ya hemos dicho por la palabra. Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.” (Gálatas 5:18), es necesario tener una continua guianza del Ruaj HaKodesh (el Espíritu Santo).
El maligno a diferencia de la humanidad tiene conocimiento de lo espiritual, conoce los ministerios, puede ver los llamados por la manifestación de los mismos, ve lo sobrenatural en una persona, y conoce tus puntos débiles, esos que puede usar para truncar o detener el avance de tu ministerio.
Para lograr ese cometido él va a ponerte a ver cosas, que realmente no son, pero él las maneja para que las veas como si fueran real, es difícil, porque la única forma de ver que no son reales es poniendo el oído en el corazón del Padre. Solo Elohim (Dios) por medio de su Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo) te puede hacer ver que realmente eso que el maligno te presenta no es así, que es falso y solo busca llevarte a donde quiere con ello.
No lo olvides: ¡El mundo entero está bajo el maligno! (1 Juan 5:19) Así que tiene más recursos de los que te imaginas para hacer toda una obra de teatro y que creas lo que le interesa que tu creas. Ese es un gran peligro, en el que muchos creyentes caen día a día, por eso la palabra dice: porque por fe andamos, no por vista. (2 Corintios 5:7)
La misma palabra nos hace entender que el enemigo, el dios de este siglo, cegó el entendimiento de los incrédulos, con solo un objetivo, que no les amanezca y no vengan al arrepentimiento: En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Mashiaj (Cristo), el cual es la imagen de Dios. (2 Corintios 4:4).
La porción nos deja claro que usando su poder hizo un fuerte trabajo para que no les resplandezca la luz del evangelio a los incrédulos, y poder seguir manejándolos y atados al pecado.
Eso lo hace con los incrédulos, en el caso de los creyentes, usa su poder para que no avancen en en el camino del Altisimo, y no conozcan el mundo espiritual, y así mantenerlos dando vueltas en círculos, o peor aún, los lleva a convertirse en obstáculos para el crecimiento y cumplimiento de otros ministerios.
Así como en un momento pasó con Pedro (mateo 16:23) al querer evitar que el Maestro fuera a la cruz, con aparente buenas intenciones, pero que no venían de otro lugar más que del mismo infierno, porque cuando desconoces el mundo espiritual, y no tienes tu oído en el corazón del Padre, te vas a guiar por las apariencias y ese, amados y amadas, es el terreno del maligno.