(1 Juan 5:19)

Sabemos que somos de Elohim (Dios), y el mundo entero está bajo el maligno. 

La gran mayoría de creyentes han escuchado alguna vez esta cita bíblica, ignorando la profundidad del misterio que la misma revela, lo que implica esta declaración, y la manera en la que, por este hecho, es afectada la vida de cada ser humano.

La leemos y la repetimos incluso en muchas ocasiones, pero muchos creyentes no tienen conciencia de lo que esto significa; ¿Qué es lo que nos está diciendo la palabra cuando nos dice que el mundo entero está bajo el maligno? y si el mundo entero está bajo su dominio, ¿De qué manera me afecta eso a mí como creyente? ¿Hasta dónde llega su poder en este mundo? Y ¿Que puedo yo hacer para salir del dominio de satanás bajo el cual el mundo está sometido?

Les insto a que no deje de leer este material en el cual serán respondidas esta y otras preguntas para traer luz y liberación a su vida, con el objetivo de que le pueda entregar a Elohim (Dios) su vida por completo y salir de las manipulaciones y control oscuro de las tinieblas.

El dios de este siglo

El maligno, que, de acuerdo a la palabra, es el gobernador y dios de este siglo, maneja a su antojo esta falsa realidad, digo falsa porque no se corresponde con la realidad del cielo, la cual es por fe y para fe, y es manifestada en aquellos a quienes les ha amanecido, y andan conforme a la guianza del Espíritu de Elohim (Dios), el enemigo de las almas busca manejar las emociones y crear una concepción errada de las cosas, para hacerte creer lo que él quiere que tu creas y afectarte a ti, tu casa y tu ministerio, enterrando así todo propósito del cielo para contigo y los tuyos.

Muchos esperan ver al maligno venir de una forma horrible y aparatosa, con mucho ruido y penumbras, pero no siempre es así, generalmente el maligno usa la boca de aquellos a quienes amas para condicionarte, usa tus debilidades para hacerte caer, tu orgullo para crear división, tus emociones para que tomes las decisiones que él quiere que tomes, usa tus gustos para atraerte a sus macabros planes, todo cuando él pueda usar para afectarte, lo va a usar, y no de un momento para otro, lo hace de manera casi imperceptible, para que no lo notes, levantando una gigante muralla en tu corazón en contra de lo santo y en contra de lo divino.

La palabra de Elohim (Dios) establece: “Digo,  pues: Andad en el Espíritu,  y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu,  y el del Espíritu es contra la carne;  y éstos se oponen entre sí,  para que no hagáis lo que quisiereis. Pero si sois guiados por el Espíritu,  no estáis bajo la ley.” (Gálatas 5:16-18)

      El apóstol Pablo hablándole a los gálatas les dice de forma imperativa; andad en el Espíritu, estableciéndoles cómo deben apartarse de toda carnalidad, porque solo así podrían salir de las garras del maligno para entonces poder ser verdaderos siervos y siervas del Altisimo. Hay dos reinos y eso todo creyente lo sabe, sabe que está el reino de la luz y el reino de las tinieblas, pero muy pocos saben que las tinieblas tienen derecho en lo terrenal, en la carne, y que por naturaleza deseamos lo malo, porque como el mismo Apóstol Pablo enseñó; fuimos vendidos al pecado (Romanos 7:14), y es necesario morir a esta vieja naturaleza, ser renovados y “revestido del nuevo hombre,  el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno” (Col. 3:10), de manera que nos despojemos del viejo hombre como la misma palabra nos lo pide en efesios 4:22-23:

  En cuanto a la pasada manera de vivir,  despojaos del viejo hombre,  que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente.

Es necesario en todo creyente una renovación, una muerte al viejo hombre y una nueva vida en Yeshua Hamashiaj, y ciertamente la totalidad de los creyentes saben esto, pero solo lo entienden en el más básico de los sentidos, lo limitan a que deben dejar de beber si antes bebían, dejar el pecado como la fornicación y el adulterio y cualquier otro pecado capital, pero desconocen que hay una vieja naturaleza que nos asedia, que está en nuestros miembros y es un derecho que las tinieblas tienen y el cual, día a día, van a reclamar, por ello el Apóstol con pesar declaró en Romanos 7:24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?

Por eso todo creyente debe conocer esta verdad para así poder salir del sistema en el que el maligno tiene sometido a la humanidad, y la única forma de salir es como ya hemos dicho por la palabra. Pero si sois guiados por el Espíritu,  no estáis bajo la ley.” (Gálatas 5:18), es necesario tener una continua guianza del Ruaj HaKodesh (el Espíritu Santo).

El maligno a diferencia de la humanidad tiene conocimiento de lo espiritual, conoce los ministerios, puede ver los llamados por la manifestación de los mismos, ve lo sobrenatural en una persona, y conoce tus puntos débiles, esos que puede usar para truncar o detener el avance de tu ministerio.

Para lograr ese cometido él va a ponerte a ver cosas, que realmente no son, pero él las maneja para que las veas como si fueran real, es difícil, porque la única forma de ver que no son reales es poniendo el oído en el corazón del Padre. Solo Elohim (Dios) por medio de su Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo) te puede hacer ver que realmente eso que el maligno te presenta no es así, que es falso y solo busca llevarte a donde quiere con ello.

No lo olvides: ¡El mundo entero está bajo el maligno! (1 Juan 5:19) Así que tiene más recursos de los que te imaginas para hacer toda una obra de teatro y que creas lo que le interesa que tu creas. Ese es un gran peligro, en el que muchos creyentes caen día a día, por eso la palabra dice: porque por fe andamos,  no por vista. (2 Corintios 5:7)

La misma palabra nos hace entender que el enemigo, el dios de este siglo, cegó el entendimiento de los incrédulos, con solo un objetivo, que no les amanezca y no vengan al arrepentimiento: En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Mashiaj (Cristo), el cual es la imagen de Dios. (2 Corintios 4:4).

La porción nos deja claro que usando su poder hizo un fuerte trabajo para que no les resplandezca la luz del evangelio a los incrédulos, y poder seguir manejándolos y atados al pecado.

Eso lo hace con los incrédulos, en el caso de los creyentes, usa su poder para que no avancen en en el camino del Altisimo, y no conozcan el mundo espiritual, y así mantenerlos dando vueltas en círculos, o peor aún, los lleva a convertirse en obstáculos para el crecimiento y cumplimiento de otros ministerios.

Así como en un momento pasó con Pedro (mateo 16:23) al querer evitar que el Maestro fuera a la cruz, con aparente buenas intenciones, pero que no venían de otro lugar más que del mismo infierno, porque cuando desconoces el mundo espiritual, y no tienes tu oído en el corazón del Padre, te vas a guiar por las apariencias y ese, amados y amadas, es el terreno del maligno.

El maligno comenzará a trabajar en tus sentimientos, poniendo emociones contrarias a las que produce el Ruaj de Elohim (Espíritu de Dios), al no estar en el espíritu te lleva a creer que es de Elohim (Dios) lo que sientes, te lleva a pelear por eso, defender eso que sembró en tu corazón como bueno con todo tu ser, y que sientas que con lo que  haces estás glorificando al Altísimo, porque tiene apariencia de santidad, así él lo disfraza. Y todo lo que digan que no se adecue a lo que ya tienes sembrado por influencia de las tinieblas en tu corazón, lo vas a señalar como impuro, insano, o pecado, sin darte cuenta que todo ha sido parte de un plan bien elaborado de las tinieblas para que no estés en la unidad perfecta que el Ruaj (Espíritu) demanda.

Por eso, en este tiempo más que nunca, es de vital importancia no mover un dedo sin la aprobación del Altísimo, no aceptar ideas, argumentos o planteamientos, hasta no haber oído lo que dice el Altísimo, porque escucharás ideas muy correctas a la vista de los hombres, pero completamente inaceptables a la vista del Padre.

Vendrán donde ti con casos en los que aparentemente se cometió injusticia, atropello, o humillación, y si le prestas oído, en vez de buscar en oración que dice el Ruaj HaKodesh (Espíritu de Santo), sentirás que ciertamente así fue, pero a los ojos del Padre solo se hizo su voluntad, su perfecta voluntad, así como en el cielo.

El mundo entero está bajo el maligno, él los dirige, pero no así a los que son guiados por el Ruaj de Elohim (Espíritu Santo). En la antigüedad los mismos que se supone debieron defender la verdad de Yeshua (Jesús), fueron los que lo confrontaron, le persiguieron y mataron, creían que hacían lo correcto, también lo hizo el Apóstol Pablo antes de su conversión, hasta que tuvo un genuino encuentro con Yeshua y desarrolló una relación con el Ruaj Hakodesh (Espíritu Santo), ten cuidado de que lo que estás defendiendo o por lo que estás trabajando en tu kehila (Iglesia) sea del Altísimo, y que no seas una marioneta del maligno, que te mueve a su antojo. Ten cuidado de buscar la guianza y dirección del Ruaj HaKodesh (Espíritu de Dios), y que cada movimiento sea fruto de una orden del cielo.

 

Ministerio Mesiánico de Salvación La Sangre de Yeshua
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