La adoración

En espíritu y en Verdad

Juan 4:21-24

 Yeshua le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Elohim es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.  Juan 4:21-24

Uno de los misterios más grandes en todo el Universo es el misterio de la adoración, lo que ella implica, lo que ella ha implicado desde la eternidad, y el por qué ha sido el objeto de disputa y deseo de parte de los reinos, que como tú sabes, están en guerra en toda la Creación.

No nos es desconocido que el reino de las tinieblas, representado en el principado de Ha satán, ha querido desde el principio recibir, tener y poseer la adoración para sí, y así lo ha logrado en las naciones de la tierra por medio del espíritu de idolatría que tiene cegado el entendimiento de los habitantes del mundo, pero tampoco ignoramos que a la luz de las palabras de Mashiaj, Su Abba, el Abba de los espíritus, quien es el Melej de los hijos de las luz, está también buscando adoradores que le rindan adoración. Y si prestamos la debida atención a las palabras de Mashiaj, hemos de advertir que en definitiva el Abba no busca ninguna otra cosa más que verdaderos adoradores que le adoren en Espíritu y en verdad. Y ya partiendo de esa demanda podemos colegir dos cosas que son verdades cimeras para comprender lo que el  Ruaj de Elohim quiere ministrar a nuestro corazón.

Si el Abba está buscando verdaderos adoradores, ello lógicamente es porque hay falsos adoradores, y si el Abba busca verdaderos adoradores que le adoren en Espíritu y en Verdad, es porque existe un tipo de adorador que la adoración que rinden, ni es en Espíritu ni es en verdad.

Pero, quiere el Ruaj, te hagas las siguientes preguntas:

  1. ¿Conoces tú el por qué Yahveh se procuró en Israel un pueblo de sacerdotes y gente santa que ministren en Su presencia?
  2. ¿Por qué Yahveh entregó a las naciones gentiles a la idolatría, como lo estaremos viendo a la luz de la Palabra, pero se reservó en Israel una adoración exclusiva para El? ¿Por qué le era dable a las demás naciones el que siguieran a Sus ídolos, únicamente Israel fue separado de entre los demás pueblos de la Tierra para servir al único y verdadero Elohim, y ministrar en Su presencia rindiendo adoración a Él?

La verdad es, que si leemos las Escrituras desde Génesis hasta Apocalipsis inexorablemente nos encontraremos con un continuo pugilato entre el Dios de Israel, el Dios de la Luz, y el espíritu de las tinieblas por la adoración de las almas, y muy especialmente, las almas llamadas a redención, encontraras que el gran problema que tuvo Israel, y posteriormente Judá, fue la idolatría en Su corazón, pues ha sido este espíritu el que desde el principio ha estado en pugna con la semilla santa, pues es esta la que está llamada a rendir adoración al Único y Verdadero Elohim, El Elohim de Israel.

Ha sido a través del espíritu de idolatría que las tinieblas han enceguecido el entendimiento de las naciones, y más aún, han afectado en los diferentes tiempos la adoración de los hijos de la Luz, pues como te dije, la gran batalla de Judá ha sido con este espíritu, por la razón de que Judá es quien está llamado a raer la idolatría de la Tierra, y al hacerlo, despertar a Sus hermanos, las tribus de bendición de Israel, que están dormidas, y no solo están dormidas, sino que están oprimidas por la operación de este espíritu.

Si te fijas, te darás cuenta que si bien la idolatría ha afectado a todas las naciones, ella tiene su mayor fuerza en el continente americano, y es en este donde habitan los pueblos de mayor reconocimiento internacional en su devoción a los ídolos.

¿Por qué? Porque sabe el adversario que en América están las tribus de bendición, que están llamadas a jugar un papel estelar en la ejecución final del plan divino, y en un esfuerzo por detener e impedir la consecución de dicho plan, ha volcado el corazón de millones de hijos de Luz a la idolatría.

  Les aseguro que el misterio que encierra la adoración es uno que muy pocos realmente conocen, pues es esta, la adoración, la que se ha venido peleando desde el principio de la insurrección de las tinieblas, pues la adoración es el alimento espiritual del Abba de los espíritus, y lo veremos a la luz de la Palabra, que la adoración es ‘’el pan de Elohim’’, que ofrecían desde el principio los sacerdotes llamados de entre los hijos de Levi a ministrar en Su presencia. Pero de igual manera la adoración es el alimento y pan espiritual de las tinieblas, independientemente de quien es el que recibe la adoración en tu corazón, es necesario que sepas, que tu adoración vivifica y alimenta a un espíritu. Ya sea el Ruaj de Elohim, porque es El quien recibe la adoración, la plena adoración en tu corazón, o ya sea un espíritu de las tinieblas que es ministrado y alimentado cuando practicas el pecado que el ministra a tu corazón en el área espiritual en la que él tiene derecho, es así que, ya sea la luz o las tinieblas, tu corazón está de continuo dando vida y fuerza a uno de estos dos reinos.

Santos serán a su Elohim, y no profanarán el nombre de su Elohim, porque las ofrendas encendidas para Yahveh y el pan de su Elohim ofrecen; por tanto, serán santos. Con mujer ramera o infame no se casarán, ni con mujer repudiada de su marido; porque el sacerdote es santo a su Elohim. Le santificarás, por tanto, pues el pan de tu Elohim ofrece; santo será para ti, porque santo soy yo Yahveh que os santifico. Levítico 21:6-8

La ministración que ofrecemos los hijos de Elohim al Abba de los espiritus, esa ministración, esa adoracion, es el pan de Elohim. No un pan material, pues como bien sabes Yahveh no es hombre ni tiene relación con la materia, de ahí que no tiene interés alguno en alimentos materiales. El interés del Abba, lo único que El busca, y lo busca deseosamente, son verdaderos adoradores, que le adoren en Espíritu y en Verdad.

Pues Yahveh es Espíritu, y los que lo adoran es necesario que lo adoren en espíritu, pero esto, no es dable a todo el mundo, pues aquellos seres humanos cuyos espíritus son espíritus de perdición, espíritus de las tinieblas por ser ellos mismos hijos de las tinieblas, no podrán jamás y nunca rendir al Abba la adoración que El busca, pues es necesario adorarlo en espíritu, pero los únicos espíritus que pueden adorarlo son aquellos que comparten la misma naturaleza del Abba de las luces, esta es Su santidad, pureza y separación absoluta del pecado y la maldad. En otras palabras, solamente los hijos de la Luz, la descendencia de bendición, los que portan en si espíritus que salieron y provinieron del Elohim Altísimo, pueden adorar al Abba en espíritu y en verdad. No así los hijos de las tinieblas, pues estos también adoran a su padre, que no es el mismo Padre de los hijos de Luz, pero la adoración que ellos ofrecen es una adoración que tiene que ver con lo terrenal, pues ellos son hijos de la carne, no de Espíritu. Pues lo que es nacido de la carne, carne es, y a la carne sirve, pero lo que es nacido del Espíritu, es espíritu, y le sirve al Espíritu. Entendemos, entonces, que no todo el mundo está llamado a adorar, a ministrar en la presencia de Adonai, pues esto es exclusivo de aquellos que por haber nacido del Espíritu, son espíritu, y adoran en Espíritu.  

 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad  como en este día. Deuteronomio 4:15-20

 Fíjese que Moisés, el siervo de Yahveh, al advertir al pueblo de la idolatría les deja saber que Yahveh ha entregado a todos los pueblos de debajo del cielo a la idolatría, únicamente al pueblo de Israel no le era permitido incurrir en este abominable pecado ante el Abba de las luces. ¿Por qué? Porque como ya te dije, Yahveh ha estado interesado en el principio en recibir la adoración de Sus hijos, pues Él no le quita nada a nadie, y Él ha permitido que los hijos de las tinieblas sirvan a las tinieblas, pero ha peleado por Sus hijos, pues estos no están llamados a ser regidos por las tinieblas.

Entiende que los dos espíritus en pugna en el Universo, el de la Luz y el de las tinieblas, ambos reciben adoración en sus hijos, ambos son alimentados por la ofrendas de sus hijos, y la batalla final consistirá en definir quién se queda con la adoración universal, la Luz o las tinieblas.

Es necesario también que sepas que el poder con el que las tinieblas han estado operando y aun operan es precisamente con la fortalece que les es dada por la adoración de los pueblos de las Tierra que en su ignorancia dan tributo a los ídolos. Pues por medio de ellas, las tinieblas han retenido la gloria de la creación, y el poder de las tinieblas será finiquitado cuando el Cordero, por medio de Sus hijos, vuelva a tomar la gloria de la cual solo Él es digno. Hay siete glorias en la creación, y estas siete glorias tienen que ver con la deidad misma del Abba de las Luces, tienen que ver con el señorío del Universo, pero hay una gloria principal, de la que dependen todas las demás, y mientras esa gloria no sea conquistada, no habrá manera de conquistar las demás, esa gloria es la alabanza. Por eso, la alabanza ha sido y es lo más disputado en todos los tiempos, porque quien recibe la alabanza, lo recibe todo, pues en esa gloria, en la gloria de la alabanza, se conjugan las siete glorias por las que se ejerce el señorío y el reinado sobre todo lo creado. El que sea capaz de entender, que entienda.

Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.  Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Yeshua, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás. Lucas 4:5-8

El deseo de ha satán era que Yeshua lo adorara, pues él sabía lo que ello significaría, y por eso le ofrece la gloria de las naciones, que él ha poseído hasta el tiempo señalado por el Abba para retomar la gloria de la que únicamente Él es digno.

Ev. Isaac Mercado

Ministerio Mesiánico de Salvación La Sangre de Yeshua

 
 
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